William Turner

25 de septiembre de 2013




pintura de Chagall "Circus in village"



"El reino de los cielos", así lo llamaba Jesús,
"El nirvana", así lo llamaba Buda,
"La conciencia no identificada con el ego", así lo llaman algunos
maestros contemporáneos.

  
   La mente compara, elige y cree reconocer en alguna experiencia
ajena el sentido que busca para su vida. Lo cierto es que nadie
puede condicionar nuestro abrazo a lo desconocido, porque la manera
de ese abrazo ya está decidida antes que lo pensemos: está latiendo 
en la singularidad de cada existencia elegida por lo desconocido  para
manifestarse. La escucha de ese latido nos conectará plenamente
con la vida y todas sus expresiones, dará una respuesta auténtica y
libre de condicionamientos a cada una de sus interpelaciones.
  

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