EQUILIBRIO.
Textos de Sogyal Rimpoché, monje budista
tibetano.
La iluminación es real; y todos nosotros,seamos
quienes seamos, con una práctica adecuada y en
las
circunstancias adecuadas,podemos comprender la
naturaleza de la mente y de este modo llegar a
conocer en nosotros mismos aquello que es
inmortal y eternamente puro.
La verdad espiritual no es algo complejo y
esotérico, sino que, de hecho, es simple
sentido común.
Cuando se comprende la naturaleza de la men
te se desprenden las capas de confusión y
uno deja de estar engañado. Y ser un ilumina
do no es ser una especie de super-hombre es
piritual omnipotente, sino llegar a ser por
fin un verdadero ser humano.
Sólo cuando creemos que las cosas son perma
nentes nos negamos la posibilidad de aprender
del cambio.
Cada vez que las pérdidas y decepciones de
la vida nos dan una lección sobre la
impermanencia, nos llevan más cerca de la
verdad.
Cuando se cae desde una gran altura, sólo hay
un lugar al que se puede ir a parar: al suelo,
al suelo de la verdad.
Y si se tiene el conocimiento que proviene de
la práctica espiritual, la caída no es en
absoluto un desastre sino el descubrimiento de
un refugio interior.
Estamos tan habituados a mirar hacia afuera que
hemos perdido casi por completo el acceso
a nuestro ser interior. Nos asusta mirar hacia
adentro porque nuestra cultura no nos ha dado
ninguna idea de lo que vamos a encontrar.
La auténtica gloria de la meditación no depende
de ningún método, sino que reside en su ex
periencia continua y viva de estar presente, en
su dicha, claridad y paz, y lo más importante,
en la completa ausencia de apego.
La ausencia de apego es señal de que uno se
está volviendo más libre de uno mismo.
Que nos tomemos la vida en serio no quiere decir
que debamos pasarla meditando como si vivieramos
en las montañas del Himalaya o en el Tibet de los
antiguos tiempos.
En el mundo moderno hemos de trabajar y ganar
nos la vida, pero no debemos enredarnos en una
existencia "de nueve a cinco" sin prestar ninguna
consideración al sentido profundo de la vida.
Nuestra tarea consiste en encontrar un equilibrio,
encontrar el camino del medio, aprendera no
volcarnos en preocupaciones y actividades
accidentales, sino a simplificar nuestra vida
cada vez más.
La clave para encontrar un equilibrio feliz en la
vida moderna es la sencillez.
Para Carli, mi hijo mayor, en su día.