Pintura de David Croitor.
El Camino es, sencillamente, perfecto y todo lo
impregna. ¿Cómo puede estar condicionado a la
práctica o a la iluminación?
El vehículo del Dharma es libre y sin trabas. ¿Qué necesidad hay de un esfuerzo concienzudo?
Ciertamente, el cuerpo íntegro va más allá del polvo
del mundo. ¿Quién puede creer que existen medios
para sacudirlo y dejarlo limpio?
El Camino nunca se aparta de uno,está donde uno
está. ¿Porqué afanarse en pulirlo?
Nada está lejos en este preciso lugar. ¿Qué sentido
tiene ir a practicar allá o acá?
www.comandodharma.blogspot.com
Profundo, sensato, lógico... ¡hermoso!!!!
ResponderEliminarGracias Delia por este texto
un saludo
Gracias por tu visita, un abrazo.
EliminarSi, magnífico, es de esos textos para leer y releer. Me lo guardo. Gracias amiga!
ResponderEliminarUn abrazo querida Victoria.
ResponderEliminarEs desgastarte querer pulir el camino de lo que ya ES, que de todas formas, hagas lo que hagas vas sobre el camino-
ResponderEliminar...qué bueno descubrirlo!
ResponderEliminar