Sólo en la medida en que hemos llegado a conocer nuestro propio dolor, sólo en la
medida en que nos hemos relacionado con él, seremos lo suficientemente valientes,
intrépidos y guerreros como para estar dispuestos a sentir el dolor ajeno. En esa
misma medida seremos capaces de tomar el dolor ajeno porque habremos descubierto
que su dolor y el nuestro no son diferentes.
-Pema Chödrön.
Hola Delia,
ResponderEliminarEscribime a: elatelierdeltejido@gmail.com y te comento lo que yo estoy haciendo y otras opciones que conozco.
Saludos,
Mónica de El Atelier del tejido
Gracias Mónica.
EliminarGracias Delia por traer este texto de Pema...
ResponderEliminarhace falta presencia y valor para poder enfrentarse y aceptar el propio dolor para poder recoger sin juzgar el de los demás seres ya que todos somos UNO .
Un cálido abrazo.
Peregrina-Rosamaría.
Así es querida amiga, esta reflexión nos pone en el lugar necesario en esos momentos en que tan dfícil es discernir con claridad.
EliminarCariños.
Aprendemos com a dor. É ela quem nos ensina humildade e coragem. Lindo blog. Já virei seguidora. Abraços.
ResponderEliminarGracias Dete, un abrazo.
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