El sonido del silencio
es la única instrucción
que recibirás.
-Kerouac.
El estado de meditación se inicia con la atención abierta a sí misma sin
propósitos ni objetivos. El silencio que acompaña a este alerta es, como
bien lo dice Kerouac, el único instructor presente, se desvanece la guía de
aquellos que llamamos maestro, sus experiencias, sus consejos, todo lo
que de ellos hemos escuchado retorna al sueño que nos refugiaba; el
simbolismo de las palabras es sólo el pálido reflejo de la claridad del
silencio. Darnos cuenta de la presencia atemporal del silencio nos libera
de la identificación con el simbolismo de las palabras, vemos claramente
el carácter instrumental de las mismas y su rol en el mundo de las formas.
Es entonces cuando la meditación se convierte en una continua apertura
a la atención abierta a sí misma.
Muy de acuerdo con el texto y con la función que le da a las palabras.
ResponderEliminarComo decía Aldous Huxley, en el prólogo del libro "La libertada primera y última" de J Krishnamurti, somos anfibios:
"El hombre es un ser anfibio que vive a un tiempo en dos mundos: el mundo de lo dado y el mundo de lo hecho por él mismo; el mundo de la materia, la vida y la conciencia, y el mundo de los símbolos. En nuestro pensar utilizamos un repertorio de sistemas que son símbolos: ..."
Aunque no esté muy de acuerdo con la conclusión del párrafo, la verdad es que la imagen es genial: somos seres anfibios entre dos mundos: la Realidad y los símbolos, entre los que está el lenguaje.
Un abrazo y gracias por el blog.
Juan Crisos
Hola Juan, agradezco tu visita y comentario, un abrazo.
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