Atharva Veda

Tú eres la mujer, el hombre,

tú eres el muchacho y la muchacha.

Tú el fatigado hombre que avanza

vacilante con el bastón,

cuando naciste, encaraste todas las

direcciones.

(Atharva Veda, 10/8/27

Cuando los occidentales decimos que el mundo fue creado, lo vemos

como algo exterior a Dios, para los hindúes nada puede ser  exterior

al  Ser, que  es   el  Todo   Absoluto.   Exterior, interior, aquí, allá, son
fenómenos del espacio-tiempo que no tienen ninguna existencia fuera
de  la  manifestación:   esta  tiene  lugar  en   el  Ser mismo,  por  ello
nunca  hubo para  los  hindúes  cosa alguna "inerte" o  "inanimada".

La Mente, o Conciencia Divina se manifiesta más evidentemente en

el ser  humano;  por eso el  Veda  nos  dice  que  Dios  mismo  es el
hombre,  la muchacha, el niño.  Al manifestarse  en  cuanto  Creador,
Dios  abarca simultáneamente toda su obra.

"Aquél que percibe al hilo extendido,

el hilo al cual todas las criaturas se hallan

enlazadas; más aún, aquel que penetra hon

do y percibe al hilo dentro del hilo,

este conoce verdaderamente al Potente

Magnífico".

Atharva Veda, 10/8/37

En  los  seres  divididos,  mortales  y  finitos,  circula una misma

corriente inmortal, indivisa e infinita, formando una Unidad,  así

como,  -una  imagen  muy  en uso  en la  India-,    perlas sueltas

engarzadas en un mismo hilo forman esa unidad que es el collar.

El que llega a percibir esta unidad fundamental conoce correcta

mente. Pero aquél que llega a percibir "al hilo dentro del hilo",

ese en verdad alcanza la Realidad Ultima: el Potente Magnífico.

Comentarios de Eugenia Borghini