William Turner

25 de enero de 2009

ZEN

Un monje preguntó a Daiju:
"Pregunta: ¿Las palabras son la Mente?
"Respuesta: No, las palabras son
condiciones externas; no son la Mente.
"Pregunta: Aparte de las condiciones
externas, ¿Dónde ha de buscarse la Mente?
"Respuesta: No hay Mente independiente
de las palabras. (Vale decir la Mente está en las palabras, pero no ha de identificarse con éstas).
"Pregunta: Si no hay Mente independiente de las palabras,
¿Qué es la Mente?
"Respuesta: La Mente es sin-forma y sin-imagen. La verdad
consiste en que no es independiente de las palabras ni
dependiente de las palabras. Es eternamente serena y libre
en su actividad. Dice el Patriarca: "Cuando comprendes que
la Mente no es la Mente, entiendes a la Mente y su accionar".

Daiju escribe además:
"Lo que produce todas las cosas se llama naturaleza de Dharma
o Dharmakaya. Mediante el denominado Dharma, se significa
la mente de todos los seres. Cuando esta Mente se agita, se
agitan todas las cosas. Cuando la Mente no se agita, no hay nada
que se agite y no hay nombre.
Los confusos no entienden que el Dharmakaya, amorfo en sí,
asume formas individuales de acuerdo a las condiciones. Los
confusos toman al bambú verde por el mismo Dharmakaya,
pero si el bambú fuese el Dharmakaya, el Dharmayaka sería
idéntico a una planta. Pero el Dharmakaya existe aún cuando
no haya bambú verde. De otro modo cuando se come un retoño
de bambú, sería como comer el mismo Dharmakaya. Criterios
como éste en realidad no son dignos de mencionar".

D.T. Suzuki

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