"La joya se ha perdido en el fango y todos quieren
encontrarla. Estos la buscan por un lado, aquellos
por otro; algunos la ven en el agua, otros entre las
piedras.
Pero el discípulo Kabir, que la aprecia en su verda
dero valor, la ha envuelto cuidadosamente en su
corazón como en los pliegues de su manto".
Que desgastante es buscar en el exterior "la joya" de tu ser y que enormemente reconfortante es saber que vive en tu interior y poder entrar a tu sagrario y reposar en él.
ResponderEliminarCon cariño.
San Agustín decía así a Dios: "He aquí que yo te buscaba afuera, pero estabas dentro..."
ResponderEliminar"La joya" es el tesoro escondido del que habla Jesús, perdida en el fango, pero preservada en el interior de los corazones.
Y le agrega otras características: Que todos quieren encontrarla, y que buscan en lugares diferentes, cada uno según su apreciación.
Muy bueno.
Hola Regina:
ResponderEliminarVeo que sos de la mías con los nombres, antes de poner algo en el blog trato de saber el autor porque siempre me pasó que recuerdo lo que dijo pero no quien lo dijo..y no es por la edad..no no..
Con el cuento de las arenas, lo había leído y lo dejé pasar cuando lo encontré acá me lo recordaste y volví sobre mis pasos...es la magia del intercambio cibernético, por eso te lo agradecí, además ya sabés.... nada es casualidad...
Besos y gracias otra vez:)