Te propusiste dejar de mirar hacia afuera,

girar hacia el interior y cuando lo hiciste

descubriste que no hay afuera ni adentro,

sólo Es.

Te propusiste buscar la verdad

y cuando lo intentaste descubriste

que no hay búsqueda,

que sólo hay Encuentro.

Te propusiste conocerte a tí misma

y cuando comenzaste a hacerlo

descubriste que no hay un tí mismo,

que sólo Eres.

La conversión retira el piso

en que te apoyabas

y el cielo que anhelabas;

te lleva a un estado de paz y silencio

que nunca antes habías conocido.

Estás en lo mismo pero no es lo mismo:

lo cotidiano, lo de cada día y cada vez,

se abre sin condiciones al juego de la vida.

*

Pintura: "Mensú", de Dolores Mendieta.

La autora de la pintura me cuenta que Mensú es un juego
de manos que ella jugaba en su niñez. Sin saberlo,
intuitivamente, elegí esta pintura que expresa con acierto
la alegría que encuentro en el juego de la vida.

Gracias Dolores por tu aporte.