Lo que llamamos Dios.
Todo lo personal es sólo una forma de expresión de lo Uno.
Lo que llamamos Dios se manifiesta como ir y venir, como
nacer y morir.
Lo que llamamos Dios es un juego inmenso que en cada momento crea de nuevo sus reglas de juego.
En este inmenso juego cósmico del universo o de la evolución a nadie se le quita la vida. Nadie muere.
La evolución no tiene ni propósito ni finalidad. El sentido es buscar en cada momento ese devenir cósmico en que se realiza la Realidad primera.
-Willigis Jäger.
Profundo texto, como todos los de Jäger. Un abrazo: Joan Josep
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