Kokò (dignidad solitaria): es la esencia más pura, que se alcanza sólo cuando los accesorios han dejado de ser necesarios.
Este término, difícil de traducir en una sola palabra, está directamente relacionado con el paso del tiempo. Representa las calidades de la edad, esa pátina antigua en que se ha transformado el brillo inicial, dejando ver la belleza y la dignidad que se adquiere a través del uso de la existencia.
Los que trabajamos con ancianos reconocemos esto en algunos de ellos. Es la verdadera belleza del anciano. Un abrazo: Joan Josep
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