OTOÑO.
El otoño no es preferentemente
un asunto de climatología.
El otoño es sementera, es
paciencia con cierta impaciencia.
El otoño es desapego, despojo,
transparencia, se caen las hojas
y el bosque se vuelve transparente.
Cuando se caen las palabras,
cuando se detienen los deseos, cuando
cesan las expectativas, el alma se vuelve
transparente de la trascendencia que la habita.
Primero aprende a ser otoño, después serás primavera.
-J.Fernandez Moratiel (Escuela del Silencio)
Pintura:"Otoño en el estanque de Mountfoucal"
de Camille Pissarro.
¿Y en dónde se aprende a ser otoño?
ResponderEliminarHola Drac:
ResponderEliminarNadie nos puede enseñar a ser, ya somos; cada uno debe descubrirlo por sí mismo y para ver claro hace falta limpiar, abrir espacio. La caída de las hojas puede ser la metáfora que nos acerca a la caída de los condicionamientos y programaciones que nos impiden ver la realidad.
Gracias por compartir.
Querida Delia.
ResponderEliminarMe ha encantado este post, J.Fernandez Moratiel nos da un verdadera lección.
Gracias, un abrazo.
El desapego como hojas que caen por sí solas. Los deseos como expectativas que nunca nacen. La transparencia como manera de ser.
ResponderEliminarHermosa y poética entrada, querida Delia. Aporta una intimidad con la naturaleza que se hace liviana de llevar a todas partes.
Gracias por la inspiración. Un abrazo grande
Ser otoño. Si.
ResponderEliminarEs verdad! Aprender a ser otoño, a ser capaz de dejar ir lo innecesario, lo inútil, a replegarse sobre uno mismo, a hacer la soledad sin expectativas. Qué bonito y enriquecedor poema!
ResponderEliminarGracias amiga!
Ahora otoño, mañana ........
ResponderEliminarQuietamente sentada, sin hacer nada,
llega la primavera y crece la hierba sola
que hermoso Delia
Gracias, amiga
Detener los deseos, las expectativas, dejarse a sí mismo ser, nada más Ser.
ResponderEliminarUn beso
Sankaradas:
ResponderEliminarlas reflexiones de Fernandez Moratiel nacen en el silencio y transmiten una vivencia de ese silencio como pocos lo han logrado.
Furia:
La observación de la naturaleza enseña más que las palabras, sólo es necesario abrir los sentidos internos.
Amelia:
La belleza del otoño es tan grande que invita a imitarlo.
Zanara:
Y lo aprendemos, observando y viviendo, cada ciclo de la naturaleza se cumple también en nuestra vida.
Arianna:
...primavera y todo se repite y nada es igual.
Angelina;
Nada más ser.
Aprender a ser otoño ... yo pienso que la vida si que te enseña a dejar espacios dentro de sí ... a desapegarnos de todos y de todo ...
ResponderEliminarLa vida y el tiempo son los mensajeros.
Muy buen post, querida Delia.
Un abrazo luminoso! Sina
ASI ES , ES UN PROCESO!!!! BELLO! ME ENCANTA EL OTOÑO! uN BESO
ResponderEliminarEl curso de la vida, la gran maestra, alguna vez leí y no lo tengo muy claro como era, cuando sea igual el invierno y el verano, el frío y el calor, habrás vencido las contradicciones, algo así.
ResponderEliminarLo que sucede afuera sucede adentro y así se manifiesta la existencia.
Buen otoño bonita:)
Besos de primavera fría jeje
Desaprender, poéticamente...
ResponderEliminarVaciarse de contenido ya inútil,
para estar listo y pronto a llenarse de brotes fructíferos...
Gracias, amiga querida!
La naturaleza nos enseña acerca de la paciencia, del dejarnos limpiar, del no quejarnos al ser despojados, y del hacernos transparentes en el silencio, limpios de deseos, para un día renacer. Gracias por esta entrada, Delia, te mando un abrazo.
ResponderEliminarDElia, amiga mía que así sea, recibe un abrazo.
ResponderEliminarSina:
ResponderEliminarYo pienso lo mismo que la vida en todas sus manifestaciones nos está dando mensajes y el espacio de silwncio es necesario para escucharlos.
Roxana;
El otoño es mi estación favorita, sus mensajes me llegan con más intensidad que en otras estaciones.
Angeles:
Las contradicciones sólo existen en la tensión mente-tiempo-espacio,
en la consciencia pura todo es y sólo eso.
Joy:
La poesía puede acercarnos a lo incomprensible, también puede mantenernos en la fantasía, el resto lo pone el discenimiento.
Blanca:
Es maravilloso como F. Moratiel ha conjugado todos esos elementos para hacerlos confluir en una enseñanza de tanta sabiduría.
Queoquina:
Gracias po estar, por compartir estos momentos de apertura.
Gracias Delia! Despojarnos de las máscaras, tal como capas de la cebolla, llegar al centro, al Ser, y Ser.
ResponderEliminarHermosa metáfora. Amo el otoño.
Abrazo de luz, Mirta
Hola Delia.
ResponderEliminar"Primero aprende a ser otoño, después serás primavera".
¡Qué maravilla! ¿verdad?
He tenido el placer, el honor, de asitir en tres ocasiones a Escuelas de Silencio con J. Fernández Moratiel aquí en Galicia, venía a Orense.
Nunca olvidaré la primera vez que fuí... pensaba para mis adentros. ¿cuatro dias sin hablar absolutamente nada de nada? ¿podré? ¿seré capaz? ¿en qué consistirá esto?
No sólo fui capaz, sino que fue una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido, repetí dos veces más...
El padre Moratiel ha dejado ya su cuerpo, pero su enseñanza, sigue aquí enriqueciendo las vidas de todo aquel que desea experimentar el silencio de esa manera tan especial que él nos mostró.
"Silencio humano, tan humano que es divino" decía él.
Bueno Delia, gracias, mil gracias por traer este bello texto que tanta sabiduría encierra.
Abrazos desde el alma
Mria
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLuz del Alma: coincido con tu metáfora dejar caer capa tras capa, hasta despejar y ver claro.
ResponderEliminarGracias por compartir.
María: tu comentario sobre F. Moratiel merece algo más que quedar en la parte de atrás del blog, lo sacaré a la luz.
Gracias.