EL MUNDO DEL SILENCIO.
La realidad se eleva
desde el silencio del ser
hacia la quieta y tremenda
presencia de la Palabra.
Entonces, hundiéndose
de nuevo en el silencio,
la verdad de las palabras
nos reduce al silencio de Dios.
O más bien
Dios se alza del mar
como un tesoro entre las olas
y, cuando el lenguaje se retira,
su brillo persiste
en las playas de nuestro propio ser.
Ponemos palabras entre nosotros y las cosas.
Hasta Dios se ha vuelto otra irrealidad
conceptual en la tierra de nadie del
lenguaje que ya no sirve como un medio de
comunicación con la realidad.
El hombre con sus palabras ha levantado
cortinas de humo entre su mente y las
cosas; en la soledad quedamos cara a cara
con el ser desnudo de las cosas y
con todo, encontramos que la desnudez de
la realidad que habíamos temido, no es una
cuestión de terror ni de vergüenza. Está
vestida con la amistosa comunión del
silencio, y este silencio está vinculado al
amor.
El mundo que nuestras palabras trataron
de clasificar, controlar y hasta despreciar
(porque no podían contenerlo) se aproxima más
a nosotros, pues el silencio nos enseña a
conocer la realidad respetándola allí donde
las palabras la han corrompido.
Las palabras se yerguen entre silencio y
silencio: entre el silencio de las cosas y
el silencio de nuestro propio ser. Entre el
silencio del mundo y el silencio de Dios.
Cuando realmente hemos ubicado y conocido el
mundo en silencio, las palabras no nos separan
del mundo ni de los demás hombres, ni de Dios
ni de nosotros mismos, porque dejamos de
confiar enteramente en el lenguaje como modo de
contener la realidad.
-Poema y reflexiones de Thomas Merton.
Verdad, querida.
ResponderEliminarun beso.
No hay palabras para hablar de Dios, ni para describirlo...Hay experiencias en el fondo de nuestro corazón. Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarEn silencio, un abrazo.
ResponderEliminarDelia, sin palabras, solo un silencio cariñoso, gracias.
ResponderEliminarNadie ni nada puede ser en el silencio... (al menos ese silencio que comulga con Dios)
ResponderEliminarTodo lo demás es pura palabrería!!!
un saludo
Bello silencio en tus palabras
ResponderEliminarhace falta comunicarse, aún en el en silencio, gracias por haberlo hecho, con la emoción despues de haber leído tu entrada te mando un cálido abrazo
Las palabras a veces crean mucha confusión, si bien son importantes y hay que decirlas a tiempo, en el silencio se encuentran las verdaderas respuestas.
ResponderEliminarBesos:)
Las palabras caminan sobre la tierra del silencio.
ResponderEliminarLos seres humanos van y vienen, pero la tierra permanece.
En este silencio vital, un abrazo, querida Delia.
Del silencio venimos, tras breve agitacion, al silencio volvemos. Un saludo cordial para Ud., Delia. Antonio Fuetes (fuentemaya)
ResponderEliminarYa pasé ayer, pero me fui sin saber que decir ...
ResponderEliminarSolo quiero que sepas que he estado visitándote ... desde ese silencio.
Un amoroso abrazo, Sina
Gracias a todos por su presencia vale más que cualquier palabra.
ResponderEliminarUn abrazo.
La palabra es equívoca...
ResponderEliminarEl silencio es sabio y enseña cuando es escuchado.
abrazo de luz, Mirta
Queda el silencio que penetra en la palabra...
ResponderEliminar... nunca la palabra puede invadir el silencio... pues ella está también contenida en él...
... ella también es Él
Un abrazo, amiga
Estos pensamientos son maravillosos. Entre palabra y palabra hay silencio, lo mismo que entre un pensamiento y otro. Las dos cosas son importantes.
ResponderEliminarTe mando un abrazo, amiga.
"... porque dejamos de confiar enteramente en el lenguaje como modo de contener la realidad. Uff si, esta frase resuena mucho, mucho ...
ResponderEliminarGracias querida amiga.
Un abrazo!
Las palabras sobran cuando el amor está presente...
ResponderEliminarUn abrazo