REGRESAR AL CUERPO.
El predominio que le concedemos a la mente nos lleva a
sujetarnos a actividades físicas que poco tienen que ver
con los reclamos profundos del cuerpo, responden más
bien a modelos impuestos por los condicionamientos
culturales que nos alejan de la armonía natural entre
cuerpo, mente y espíritu.
Leyendo a Pamela J. Free extraje apuntes que pueden
ayudar en la elección de una actividad física orientada hacia una real integración en
respuesta a las necesidades de cada uno.
Debemos reconocer la conexión entre cuerpo, mente y
espíritu para ser capaces de sentir felicidad y paz
interior, salud y vitalidad. El actual dominio de la
mente sobre el cuerpo y el olvido de nuestra
espiritualidad, ya han creado demasiado malestar y
discordia en nuestro interior. Hemos convertido la
mente en algo supremo, en la única parte de nosotros,
con valor real, negociable.
Qué significa regresar al cuerpo? Recuerda algún mal
día que hayas tenido últimamente, uno de esos en los
que las cosas no salen como las teníamos previstas.
Ese fue un día regido por tu mente. Probablemente no
tuviste en cuenta a tu cuerpo hasta que una parte de
éste te hizo daño. Es posible que sintieras algún
dolor al final del día porque nadie estaba en casa
haciéndose cargo de tu cuerpo.
Normalmente no podemos cambiar los acontecimientos
externos que suceden en nuestra vida, lo que sí podemos
cambiar es nuestra reacción frente a lo que nos sucede
y adquirir la conciencia de que estamos centrados en
nuestros cuerpos incluso durante los peores días.
Los místicos dicen que todos tenemos una chispa divina
de inquietud dentro de nosotros, yo también lo creo. No
desestimes nunca el poder de este malestar divino en tu
interior. Si escuchas a esa fuerza, ella te conducirá, paso
a paso, hacia la perfección de tu ser.
Haciendo movimientos pequeños, y a veces poco usuales,
podemos liberar bloqueos y dolores del cuerpo y aprender
prácticas y nuevas maneras de interactuar con nuestro
ambiente. La clave es la conciencia. Cuando sabes lo que
estás haciendo, puedes hacer lo que quieres; pero hasta
entonces sólo eres un títere.
Puede ser que padezcas alguna enfermedad crónica u otro
tipo de dolencia, pero esto no te impide sentir alegría.
Todos conocemos a personas que sufren terribles
enfermedades físicas y que, a pesar de ello, están
totalmente abiertas y con el corazón centrado, mientras
otras, con las mismas aflicciones se hacen
constantemente las víctimas. Sea cual sea nuestro drama
en la vida, es posible mantenerse en un estado de paz
interior y en conexión con nuestro cuerpo y nuestro
espíritu.
"Despierta la sabiduría de tu cuerpo". Pamela J. Free.
Qué bien me viene estooooo!!!!
ResponderEliminarDesde hoy, creo firmemente en la sincronicidad, jeje
Un abrazote grandote
Es cierto, el dominio de la mente sobre el cuerpo, que también es el olvido de nuestra espiritualidad, han causado demasiada discordia entre nosotros. Hay que escuchar al cuerpo. Seguir sus directrices. Comprender de dónde surge la enfermedad, o el malestar.
ResponderEliminarEs nuestra guía.
Gracias, Delia, por este compendio de sabios consejos. Un abrazo.
Hay que vivir en el aquí y ahora desde dentro, siendo conscientes de todo lo que somos.
ResponderEliminarGracias querida Delia, estos mensajes ayudan a anclarse, que falta nos hace algunos. Yo soy una de ellas ... :(
Un abrazo luminoso,
Sina
Delia, gracias por este regalo, que me anima a buscar con más formalidad ese espacio que mi cuerpo está necesitando, un fuerte abrazo amiga.
ResponderEliminarHace unos años conoci una amiga que hacía Yin Shin Shiatsu, tomé algunas sesiones ya que en ese momento estaba emocionalmente bastante mal, me había invadido la tristeza y ya pasaba al físico, esta técnica es solo de tocar en determinadas zonas del cuerpo, ella me explicó que nosotros naturalmente lo hacemos con nuestras manos, desde entonces presto atención y a veces un dolor de cabeza se calma con tan solo poner mis manos sobre los ojos, cuando estamos conectados con nuestro cuerpo él se transforma en nuestro guía.
ResponderEliminarBuen domingo Delia.
Besos:)
Angelina:
ResponderEliminarAsí es la sincronicidad se nos da más de lo que creemos y siempre sorprende.
Un abrazo.
Furia:
Siempre dejamos caer algo en el olvido, lo bueno es que podemos recuperarlo cuando nos damos cuenta.
Cariños.
Sina:
A todos se nos escapa algo, en este caso el mismo cuerpo se encarga de recordarnoslo con dolor o molestias, ahí está llamandonos la atención.
Un fuerte abrazo.
Queo:
Ese espacio que juntas estamos descubriendo, gracias por tu compañía.
Un beso.
Angeles:
Cada uno encuentra lo que necesita, a veces lo que le sirve a unos no les da resultado a otros, qué bueno es dar con algo que llega y se queda con nosotros, en mi caso fue el yoga, me acompaña desde hace muchos años.
Cariños.
Sabia reflexión amiga
ResponderEliminarSi nos hacemos amigos de nuestro cuerpo aprenderemos a conerlo y tratarlo a pesar de los disgustos que nos da a veces con las señales que nos manda
sin perder la calma estudiemos nuestro cuerpo, lo comprenderemos y a su vez controlaremos aquello que nos parece inaguantable, es cuestión de armonizarnos, relajarnos y entender que todo pasa, con una aptitud relajada y alegre, conectando siempre hacia adentro y escuchando, para entender mejor
feliz noche Delia, abrazos
Hola querida Delia
ResponderEliminarEntre tú, Furia del Lago, Ardaire, María Durga etc,etc, lo que aprendo es increíble.
Gracias por todas tus entradas cual de todas más interesantes.
El del día de hoy, es tan cierto, yo soy instructora de yoga y de Tai Chi, actualmente estoy dando clases de TaichiChikung, por supuesto esto no quiere decir que no tenga mis problemillas, pero lo que veo en mis alumnas a veces es increible, la desconección entre cuerpo, mente y espíritu es lamentable.
Te mando un gran abrazo
Silvia
Decía Jean Klein que tenemos que descubrir qué es en realidad el cuerpo ya que sostenemos sobre él un montón de conceptos, al igual que con todo lo demás; una vez que vamos viendo realmente qué es el cuerpo se abren infinitas posibilidades de percepción.
ResponderEliminarGracias amiga por recordarnos esa armonía natural entre cuerpo, mente y espíritu.
Un abrazo!
Hola Delia:
ResponderEliminarA través del cuerpo físico, que es nuestro cuerpo más denso, podemos llegar a esa instancia mucho más sutil con la que tanta falta nos hace conectarnos.
Esta conexión que mencionas aquí es fundamental y hay una gran gama de prácticas y disciplinas que nos "enseñan" a lograrla.
Solemos pensar que el trabajo sobre nuestro cuerpo está reservado para unos pocos y no es así. Cada uno debe buscar la práctica que más se ajuste tanto a sus necesidades como a sus posibilidades.
Trabajamos sobre nuestro cuerpo el cual carga con innumerables bolqueos energéticos y presiones, y con nuestra mente que no deja de moverse, inquietándonos.... y en ese instante en el que logramos conectar cuerpo, mente y espíritu podemos vibrar en nuestra verdadera naturaleza. Liberándonos de la ilusión del pasado y del futuro, para regresar a nuestra mente al instante presente en la quietud y la senenidad del ser.
Un fuerte y cariñoso abrazo.
NAMASTE.-
Arianna:
ResponderEliminarLas molestias que nos da el cuerpo son su respuesta al maltrato que nuestra mente le ocasiona, cuando comenzamos a escucharlo todo se va acomodando en su ubicación natural.
Cariños y buenos días.
Silvia, todos queremos compartir hallazgos que consideramos valiosos y eso encuentro cada vez que visito tu blog, siempre hay algo nuestro que alguien está esperando y algo que también ese alguien tiene para darnos.
Un fuerte abrazo.
Así es Zanara, la incomprensión en que tenemos al cuerpo viene de los conceptos que sobre él nos fabricamos; la actitud del observador que mira sin juzgar debemos extenderla también al cuerpo y sabremos más de él y sus necesidades.
Un abrazo
Claudia:
ResponderEliminarMi acercamiento al yoga me ha facilitado la comprensión de muchos problemas o mejor, situaciones, que mi mente calificaba de problemas y me ha ayudado a convivir con mi singularidad. Cada día se presenta con un nuevo paquete para abrir y de él surgen situaciones que no siempre estamos preparados para afrontar; la práctica de esta disciplina me ha brindado herramientas para muchos de esos casos.
Concuerdo con tu apreciación de que cada uno debe encontrar la disciplina a la que mejor se adapte, no creo en dar consejos generales acerca de cuál se debe elegir.
Un abrazo querida amiga.
Me llama la atención esta entrada, porque siempre me dicen y me digo: Tengo que hacer gimnasia, o algo físico, y cuando lo digo pienso en lo que la sociedad estipula como hacer algo físico. No deja de quedar afuera el cuerpo en este tipo de actividad que viene desde fuera, sin prestarle atención a sus señales. Me vienen muy bien estas palabras. Somos una unidad, y el cuerpo está incluido. Gracias, Delia.
ResponderEliminarBueno, yo como practicante de Tai Chi que puedo decir. Cuando nos llega un alumno nuevo lo primero que se observa es la total desconexion entre su mente y su cuerpo. Creen estar erguidos cuando están inclinados o centrados cuando están más girados hacia un lado que hacia otro. Porque el Tai Chi es más que un arte marcial se utiliza para estabilizar lo de "fuera" con lo de "dentro" , lo de "arriba" con lo de "abajo". Somos un tandem cuerpo-mente, no se puede separar.
ResponderEliminarY cada persona debe elegir la manera de encontrar ese equilibrio , el Tai Chi sólo es una de ellas.
Blanca:
ResponderEliminarLa actividad física impuesta desde el exterior se origina en los modelos que intentan condicionar la vida, cuando nos escuchamos en profundidad surge naturalmente la actividad que nos armoniza.
Cariños.
Eso es Ana, el equilibrio aparece cuando damos con la disciplina que nos conviene.
Un abrazo.