Camilo Guerra y algunos temas que
nos propone:
-Por qué hablar de
 espiritualidad y no de
otras cosas?
porque eso es lo que nos
interesa, las otras cosas
nos provocan seguir en la
ilusión y queremos empezar
a vislumbrar qué es la
vida y no seguir con más
de lo mismo.
Al mismo tiempo no abandonamos la
superficie, en ella estamos, pero nos
preguntamos por el sentido de la vida y
todo lo que en ella está ocurriendo....
es esa la vida? la amargura, el encierro
en las opiniones propias, el resentimiento,
el enojo las discusiones?

-Cuando levantamos el pie del acelerador
las cosas de superficie ya no nos motivan
como antes, no sólo queremos funcionar,
queremos vivir, ser conscientes de lo que
somos. Sólo conoceremos lo que es la vida
si cada uno asume su vida: la muerte, el
dolor, las pérdidas.

-La vida está en la puerta tratando de
entrar pero yo no le abro, me aferro a
lo conocido no quiero entrar en el
terreno de lo que no conozco, no permito
el cambio, la evolución.

-Hay una energía interna, la energía del
Ser, que no podemos controlar ni dirigir,
que sólo Es y esa energía nos saca de la
identidad personal.
Dice Jesús que el que quiera la vida
tiene que negarse a sí mismo...y qué es
eso?
es decir "yo no soy", terminar con la
vida personal. La permanencia en lo
personal nos lleva al sufrimiento.

-Tenemos sed de absoluto,nada menor que
eso nos satisface, "estamos para más",
para salir de la mediocridad que nos
invade.

-La meditación no tiene definición, es
una energía interna que está, que no
podemos evaluar, que nos lleva a entrar
en algo más profundo. Estabamos
acostumbrados a un mensaje religioso que
nos quería imponer una creencia...pero no
hay "otra vida",... no hay dos orillas...
hay sólo la ribera en la que estamos.

-En el nivel de consciencia que estamos
viviendo, no hay respuestas a estas
cuestiones, no hay elementos determinantes
o definitivos.
Hay algo que es indefinible en el nivel de
la mente y de ese algo estamos
constituídos, de todo lo indefinible.

-Hasta que nuestro corazón no descansa en
el Ser no descansamos en ningún lugar.
Tenemos que tratar de descubrir lo que
somos y nunca dejamos de ser, permitirle al
Ser o Dios, que se exprese en nosotros.
Convertirnos -girar hacia nuestro interior-
es lo que nos permite darnos cuenta.

Pintura de M. Chagall.