Yo no soy este cuerpo,
No estoy atrapado en él.
Soy una vida ilimitada.
Nunca he nacido y nunca moriré.
Desde los tiempo sin inicio he sido siempre libre.
El nacimiento y la muerte son sólo puertas que cruzamos,
umbrales sagrados en nuestro viaje.
El nacimiento y la muerte es jugar al escondite.
Así que ríe conmigo,
sostén mi mano,
despidámonos para volver a encontrarnos.
Nos encontramos hoy,
y nos encontraremos mañana,
nos encontraremos en la fuente a cada momento,
nos encontraremos en todas las formas de vida.
(Plegaria sugerida por Thich Nhat Hanh para volver almomento presente en la vida cotidiana.)
*
Fotografía: Forrest, de Foll Cedric.
Que curioso hace poco hablaba con una persona sobre la muerte y coincidimos en que es otro viaje mas...lo unico que me inquietaba es si estaremos siempre en el mismo lugar y todo es un viaje imaginario. (Me he apartado un poco del texto)
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo
Hola Delia Regina
ResponderEliminarMe han llamado mucho la atención varios comentarios que he encontrado en otros blogs, y ahora que encuentro el suyo, puedo asegurar que tengo una afinidad por estos textos.
Es un gusto haber encontrado este blog!
Y desviandome un poco por el tema de la muerte.. quién muere? Ciertamente no somos el cuerpo. Pero el post previo sobre el "reseteo" pone en evidencia que la "personalidad" que pretendemos "ser", es una estructura muy frágil. Entonces.. quién muere?
Saludos afectuosos
C.
Nuestras almas son eternas Delia.
ResponderEliminarSolo muere nuestro cuerpo físico, el vehículo.
Buen fin de semana
Un abrazo
Silvia
El círculo eterno.
ResponderEliminarme gustó, mucho!!
Buen finde!!
Besos:)
eSTAMOS EN EL MIENTRAS TANTO! pOR ESO EN LA TUMBA DE NO ME ACUERDO QUIEN CELEBRE ESCRITOR DICE: AQUI YACE NADIE!!!!
ResponderEliminarUn beso
y buen fin de semana! El domingo buen día de la madre!
Amiga Delia, comprender y aprender esta lección es difícil pero real en lo que respecta a lo físico, por que las almas siempre siguen entrelazadas, todo esta bien en la confianza, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSaludos Delia.R.
ResponderEliminar"Yo no soy este cuerpo,
No estoy atrapado en él.
Soy una vida ilimitada.
Nunca he nacido y nunca moriré."
Hermoso post...pero muchas veces estas bellas palabras las sentimos como eso PALABRAS...no terminamos de pasar la barrera hacia la plenitud...buscamos y nos aliviamos al leer ciertas cosas ,pero todavia estamos en la prisión...no quiero ser negativa pero si sincera.
Un brazo.
Hola Delia,vengo una vez mas a alimentarme de tu luz...de su quietud.
ResponderEliminarQuien a observado el mundo,ya a sentido su union...el latido para todas la cosas creadas,es tan simple como que todo es lo mismo por que parte de lo mismo.
Del mismo nacimiento de los sucesos podriamos decir,que desde aquel momento viven encadena,es asi para luchar contra el vacio y no perderse-descolgarse en el,creas desde un punto y partes hacia el infinito,creando una estructura que te permita tener cuerpo en la dimension que sea,para el viaje de una realidad ya creada.
Gran texto el de hoy.
Un beso amiga y cuidate.
No somos nuestro cuerpo, ni nuestras emociones, ni lo que pensamos que somos. Ese es el mayor descubrimiento que vino a mí con la meditación ¿Y qué somos? Es que esa es una pregunta que proviene de la mente, porque ella busca tener todo explicado y definido. Pero tampoco somos la mente. Yo diría, que simplemente "Somos", y no hay nada que agregarle a eso, sino sólo ser, que ocurre en un presente que es eterno.
ResponderEliminarGracias por la plegaria, y te mando un abrazo
Diria que somos Conciencia, lucidez y claridad...ésta creo es nuestra verdadera Esencia...y más allá de todo ello....somos AMOR.
ResponderEliminarMi Abrazo a todos!
Feliz semana ...!
Y referente a RECESIONISTA...
en realidad no morimos... pues esta existencia es ilusión.... Nuestra Verdadera Naturaleza no muere... Y en todo caso muere eso que no es...el yo..la ilusión que desaparece al no tener esa mente que la mantiene...
Aunque en la vida del espiritu...creo nos llevamos ese contenido mental...y lo experimentamos tal como lo alimentamos al morir... al partir.