William Turner

19 de septiembre de 2012

Apertura.

pintura de David Croitor,

   La sensación de totalidad, la apertura a lo incognocible, la
conciencia de sólo ser, son estados que llegan sin que se los busque,
que no dependen de prácticas ni disciplinas impuestas.

   Cuando lo de cada día y cada vez se abre a la presencia inefable,
cuando hay la percepción de calma en la tormenta, de ser el ojo del
huracán y también su fuerza arrolladora, entonces -quizás entonces-
se descubre el estado de meditación, no en la mente sino en la vivencia,
que no necesita explicación ni definición porque da testimonio por sí
misma.

   Al producirse la apertura a la presencia inefable recibiéndola en todo
lo que llega, se advierte el sinsentido de expectativas y confrontaciones.
La serenidad y la confianza aparecen en el trasfondo de los cambios
convirtiéndose, más allá de toda valoración, en su compañía inseparable.

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