William Turner

28 de febrero de 2014

Apuntes.

pintura de Oleg Kozak.

...
158. Es posible que tú aún no sepas, ni creas que Yo Soy realmente tú, y que asimismo
Yo Soy tu hermano y hermana, a la vez que todos sois parte de Mí y Uno conmigo.
159. Es posible que tampoco te des cuenta de que tu Alma, así como la de tu hermano
y hermana, es decir la parte indestructible de vosotros los mortales, no son sino fases
de Mí en expresión, dentro de lo que llama Naturaleza.
160. Asimismo, puede ser que no tes cuenta aun de que tú, tus hermanos y hermanas
son fases o atributos de Mi Divina Naturaleza, del mismo modo que tu humana
personalidad, con su cuerpo mortal, mente e intelecto, es una fase de tu humana
naturaleza.
161. No, aún no te das cuenta de todo esto, más Yo de ello te hablo ahora, para que
cuando comiencen a surgir en tu conciencia señales inequívocas con respecto a esta
Mi Enseñanza, como indudablemente acontecerá, las reconozcas como tales.
...

-Fragmentos de La vida impersonal, de Joseph S. Brenner.

21 de febrero de 2014

La caricia es una mano revestida de
paciencia que toca sin herir y suelta,
para permitir la movilidad del ser
con el que entramos en contacto.
-Luis Carlos Restrepo.

18 de febrero de 2014

La morada del silencio.

Alberto Melchor, Paisaje de Tilcara.



Hay muchos espacios. Existe el espacio físico, el espacio social, el espacio ideológico,
el espacio artístico y otros más...Y otros más; el mar, el cielo, la llanura, el valle, la
sierra.
Todavía se puede hallar el espacio espiritual, un espacio silencioso. Es el silencio un
lugar para encontrarse, descansar, recobrarse, amar, crecer.
El espacio silencioso no necesita decoración alguna, ningún adorno, ni alfombras, ni
murales, ni biblioteca, ni chimenea, ni muebles. No es un lugar para contemplar, sino
para albergar otra presencia, acaso imprevisible.
Este albergue es el silencio, un silencio que surge al poner fin a todas las voces de
afuera, de las zonas más superficiales. Porque el silencio no es lo que se toca o se ve,
no entra por los sentidos, sino que es el espacio donde la presencia se muestra y se
hace evidente.
En el silencio lo visible se disipa y lo invisible puede volverse visible. Es un espacio,
el silencio, donde aparecen huellas de la presencia íntima.
El silencio hace del corazón un lugar de revelación, no del entorno que nos circunda,
sino del mundo que se aloja dentro. Es la explosión de lo oculto, de lo hospedado en la
interioridad, es el descubrimiento, la reconquista de lo que ya va con nosotros.
Al alejarnos del exterior recobramos la mirada primitiva, la mirada original de
nuestro corazón, los ojos del hijo que somos, del amor que nos da a luz.
Es el silencio una morada sin deshechos, sin memoria, sin residuos, Por eso el
silencio nos regala una coherente unidad de visión. En ese espacio uno no se siente
configurado por la exterioridad.
El que mora en el silencio se vive a sí mismo sin reservas y serenamente, pues todo
lo serena el silencio. Serena la noche y el día, serena la aurora y el atardecer, serena
las horas oscuras, las horas de luz y de bochorno. El silencio nos trae la paz y deja
emerger la inocencia y la plenitud. Apenas he de decir que jamás la vida se siente tan
rimada, tan pura, tan clara, como las horas calladas, como en la morada del silencio.
-José Fernández Moratiel, O.P

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3 de febrero de 2014

La simplicidad del proceso espiritual.

El árbol de la vida, Gustav Klimt.


"Estudiar el budismo es estudiar el yo,
estudiar el yo es olvidarse del yo,
olvidarse del yo es ser uno con todas las cosas.
Ser uno con todas las cosas es ser iluminado por todas las cosas"
-Dogen.

   Lo manifestado, la totalidad de lo fenoménico puede aparecer como "lo otro",
lo separado, lo no-yo y a su vez el yo se ve como lo subjetivo que observa al objeto
como algo diferente, esta es la mirada de la dualidad y la identificación con esta
mirada es lo único a lo que puede definirse como irreal. Cuando esta identificación
desaparece, sólo queda, permanentemente revelada, la Totalidad y la realidad de
su existencia. Dejar de identificarse con la ilusoria separación permite apreciar
que el único observador es Eso mismo que se está manifestando a través de todas las
formas que llamamos cosmos, universo o totalidad y que el yo persona es parte de
esa manifestación.
   Lo cotidiano, lo de cada día y cada vez llama a reconocer algo tan obvio como la
vida mostrándose a cada instante; esperar experiencias o estados de éxtasis resulta
absurdo cuando se descubre que no hay un "quien" que despierta, y es revestir de
complicaciones a la simplicidad del proceso espiritual.

1 de febrero de 2014

Así es y así sea.





acuarela de Herman Hesse


Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor sería feliz por un momento...
pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz
para poder ser natural...
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad,
naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies
y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado
en la felicidad o en la infelicidad,
sentir como quien mira,
pensar como quien anda
y cuando se ha de morir,
recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.
-Fernando Pessoa.