William Turner

23 de noviembre de 2012

El día a día y lo infinito.

Pintura de Antonio Berni.  


 
Algo que nunca llega a su fin para nosotros es infinito.
En realidad, simplemente lo decimos, porque lo cierto
es que lo infinito no es experimentable.
   Nos imaginamos lo infinito como un movimiento que
continúa interminablemente, dejando el final abierto,
sin final. Así lo percibimos como infinito. Lo infinito es
para nosotros lo interminablemente abierto.
   A diferencia de lo infinito, lo abierto sí lo podemos
imaginar, ya que tenemos para lo abierto varias clases
de imágenes. Por ejemplo, la imagen de un evento a
puertas abiertas, la imagen de un espacio abierto. Lo
que está detrás de lo abierto no lo sabemos. 
   Lo espiritual permanece infinitamente abierto para
nosotros. Algunos hablan en este contexto de metas
espirituales, pero meta y Espíritu son para nuestro
pensar, incompatibles. Una meta convierte al Espíritu
infinito en algo finito y disponible.
   Caminar con el Espíritu significa, por consiguiente,
que nos entregamos a un movimiento que sigue
interminablemente. Y no solamente aquí, también
después de nuestra muerte.
   ¿Qué significa esto en nuestro día a día? Que nos
entregamos a lo interminablemente nuevo, a
interminables experiencias nuevas, a interminables
nuevas visiones, pero sobre todo al amor interminable.

-Bert Hellinger.

16 de noviembre de 2012

Texto de Dogen.

Pintura de David Croitor.


El Camino es, sencillamente, perfecto y todo lo
impregna. ¿Cómo puede estar condicionado a la
práctica o a la iluminación?
El vehículo del Dharma es libre y sin trabas. ¿Qué necesidad hay de un esfuerzo concienzudo?
Ciertamente, el cuerpo íntegro va más allá del polvo
del mundo. ¿Quién puede creer que existen medios
para sacudirlo y dejarlo limpio?
El Camino nunca se aparta de uno,está donde uno
está. ¿Porqué afanarse en pulirlo?
Nada está lejos en este preciso lugar. ¿Qué sentido
tiene ir a practicar allá o acá?

www.comandodharma.blogspot.com

10 de noviembre de 2012







"...ni placer ni sufrimiento..
vivir lo que atraigo..."
(Camilo Guerra)

...gracias Camilo, hoy y siempre...

7 de noviembre de 2012

Precisiones de Monica Cavallé acerca de las tradiciones no- dualistas.


Acuarela de Sadhu Aliyur.


   La expresión no-dualidad alude a la intuición y a
la constatación vivencial de que el fondo de la
realidad es no-dual, es decir, de que no hay
separación ni dualidad entre el fundamento de la
realidad, lo absoluto, y el mundo o la realidad
manifestada, ni entre lo absoluto y el fundamento
del yo, como no la hay, en su última raíz, entre el
percibidor y lo percibido, el sujeto y el objeto. Si
bien en ningún caso los no-dualismos niegan que
la dualidad sea la lógica propia del mundo relativo,
consideran que la visión no-dual es la modalidad más
profunda y radical de experimentar la realidad.

   En un segundo sentido, la expresión no-dualidad
apunta a su vez al hecho de que, si bien el mundo
fenoménico es un juego de opuestos indisociables
(luz-oscuridad, bien-mal, unidad-multiplicidad, ser-
no ser, yo-no yo, amor-odio...), el centro de la vida
reconcilia todos los opuestos, sin tener opuesto a su
vez: es Uno sin segundo.

   Brahman, Conciencia pura, Budeidad, Vacuidad,
Tao, Supradeidad, Ser, No-Ser...son denominaciones
que, en las distintas tradiciones, han buscado apuntar a
esta realidad fundamental. En las tradiciones no-
dualistas en que se mantiene la palabra "Dios" este
término pasa a simbolizar la Base inmanente-
trascendente de todo lo que es.

   La realidad, para los no-dualismos, no es una como
para el panteísmo y el monismo, ni dos como afirma el
trascendentalismo puro, sino no-dos; las diferencias y
dualidades permanecen, no se niegan, no es todo una
masa indistinta de lo mismo, pero arraigan y son
sostenidas por una unidad fundamental. Monismos y
dualismos objetivan al Ser, hacen de Éste una suerte de
Ente Supremo (en un caso identificado con el mundo,
en el otro totalmente separado de él). Para las
tradiciones no dualistas este ser objetivado es un ídolo,
una representación mental.

www.monicacavalle.com