William Turner

7 de noviembre de 2012

Precisiones de Monica Cavallé acerca de las tradiciones no- dualistas.


Acuarela de Sadhu Aliyur.


   La expresión no-dualidad alude a la intuición y a
la constatación vivencial de que el fondo de la
realidad es no-dual, es decir, de que no hay
separación ni dualidad entre el fundamento de la
realidad, lo absoluto, y el mundo o la realidad
manifestada, ni entre lo absoluto y el fundamento
del yo, como no la hay, en su última raíz, entre el
percibidor y lo percibido, el sujeto y el objeto. Si
bien en ningún caso los no-dualismos niegan que
la dualidad sea la lógica propia del mundo relativo,
consideran que la visión no-dual es la modalidad más
profunda y radical de experimentar la realidad.

   En un segundo sentido, la expresión no-dualidad
apunta a su vez al hecho de que, si bien el mundo
fenoménico es un juego de opuestos indisociables
(luz-oscuridad, bien-mal, unidad-multiplicidad, ser-
no ser, yo-no yo, amor-odio...), el centro de la vida
reconcilia todos los opuestos, sin tener opuesto a su
vez: es Uno sin segundo.

   Brahman, Conciencia pura, Budeidad, Vacuidad,
Tao, Supradeidad, Ser, No-Ser...son denominaciones
que, en las distintas tradiciones, han buscado apuntar a
esta realidad fundamental. En las tradiciones no-
dualistas en que se mantiene la palabra "Dios" este
término pasa a simbolizar la Base inmanente-
trascendente de todo lo que es.

   La realidad, para los no-dualismos, no es una como
para el panteísmo y el monismo, ni dos como afirma el
trascendentalismo puro, sino no-dos; las diferencias y
dualidades permanecen, no se niegan, no es todo una
masa indistinta de lo mismo, pero arraigan y son
sostenidas por una unidad fundamental. Monismos y
dualismos objetivan al Ser, hacen de Éste una suerte de
Ente Supremo (en un caso identificado con el mundo,
en el otro totalmente separado de él). Para las
tradiciones no dualistas este ser objetivado es un ídolo,
una representación mental.

www.monicacavalle.com


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