William Turner

28 de julio de 2009

El juego sin fin.



Por doquiera vemos el juego de la vida y de la muerte,
esa transformación de lo viejo en lo nuevo.

El día viene a nosotros cada mañana, blanco y desnudo,
fragante como la flor. Pero sabemos que es viejo, que
es el tiempo mismo, el mismo y antiquísimo día que re
cibió en sus brazos a nuestro mundo recién nacido.
Y, sin embargo, ni su paso es cansino, ni sus ojos conocen
la fatiga.
Lleva el amuleto de oro de la eternidad, que ignora la ve
jez y cuyo contacto borra todas las arrugas de la frente de
la naturaleza.

Ese viejo, ese viejísimo día de nuestra tierra renace cada
mañana, y siempre retorna al conjuro de la misma músi
ca. Cada mañana, entre las flores recién abiertas, el día re
nace, repitiendo su mensaje, asegurándonos siempre que
la muerte debe morir eternamente, que las obras de la
agitación no pasan de la superficie y que el océano de la se
renidad es insondable... Aquel que existe antes de toda
existencia es hoy el mismo de ayer.

-Rabindranath Tagore-
-o-
no hay ausencia,
todo está presente
-amor que vive.
-o-

4 comentarios:

  1. El día de todos los tiempos, el eterno amor se manifiesta nuevamente Hoy.

    .. qué precioso texto!!

    Me encantó, un bañito de amor al alma.
    Besos:)

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  2. Amor que vive y renace cada dia ..
    que hermoso esto !!!
    abracitos de cariño querida amiga ...siempre disfruto el leerte ...!!!

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  3. Nadie como tagore para glosar el proceso de la renovación, de la transformación.
    Bonito blog

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  4. Hermosa y profunda entrada, querida amiga. Es una delicia leerte.
    Un abrazo.

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