William Turner

16 de noviembre de 2009




"Dios es una sinfonía. Todos los miles
de millones de formas e individuos son
notas de esa sinfonía.
Pero la esencia de la sinfonía no es la
nota sino la música que quiere sonar en
la nota.
Cada uno de nosotros es una nota en la
que se manifiesta la sinfonía divina"


(Willigis Jäger)






"Nosotros somos el ney
-flauta derviche de caña-;
nuestra música eres Tú"


(Rumi)

9 comentarios:

  1. Una sinfonía de vientos y añoranza.

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  2. Nosotros somos el ney??
    No se que es ney??
    Bueno hoy estoy un poco disonante...parte de la misma sinfonía...
    Besos:)

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  3. Que bonita entrada relacionada con la música, Dios la sinfonía ...las notas cada uno de nosotros
    ¿Qué se escucha? algo divino extasiante que quita el sentido

    escucho un arpegio que hace vibrar mi alma

    Gracias Regina, muy bello tu pots

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  4. Delia, cada uno de nosotros somos una nota que suena diferente a otra pero que finalmente al unirse dá esa sínfonia, creo que la música son sonidos de Dios, un abrazo.

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  5. Hola delia.

    Precioso. La música, este idioma universal es un buen simil para la enseñanza. Aquí nos presentas dos botones de muestra perfectos. Gracias.

    Namasté.

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  6. Hola Delia: Había leído sobre este símil de la flauta (ney) y es maravilloso y descriptivo: quedarnos huecos y vacios por dentro para que la música pueda ser producida a través nuestro. Y unido a Willigis Jäger es redondo: juntos formamos esa sinfonía divina, que es Una en todos.
    Gracias y un abrazo!

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  7. Hola Delia

    Bellísimo. En cada un de nosotros se manifiesta la sinfonía divina...

    Si, si que hemos coincidido en el tema de nuestras entradas ¿sincronicidad?

    Gracias, mil gracias

    Maria

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  8. Hermosa presentación Delia. Qué bien se siente pensarse parte de la sinfonía divina. Gracias.

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  9. Vaciarnos...
    para encontrarnos...y unirnos.

    Que bien esas 2 líneas únicas y convergentes... ESCUHAR esa Sinfonía que suena en nuestro interior... floreciente desde el silencio más abrazador.
    Esa música se abre espacio a través del vacío y nuestra escucha.
    Gracias, hermana

    Carmen

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