William Turner

14 de junio de 2010





KOAN ZEN:

"MUÉSTRAME TU CARA ANTES DE QUE NACIERAN TUS PADRES"

Dice Ajahn Chah:

Nuestra mente original está siempre aquí, en el silencio entre 
pensamientos, es nuestra conciencia fundamental, clara, no
perturbada y pura.
Es la apertura antes y después de la experiencia, tan vasta que
abraza tanto el sufrimiento como la alegría con ilimitada
compasión. Descansando en ella recuperamos la inocencia
primordial.




Dice Ken Wilber:

Date cuenta de los objetos que
aparecen en tu conciencia, de las
imágenes y pensamientos que
aparecen en tu mente, de los
sentimientos y sensaciones que emergen en tu cuerpo, de la
miríada de objetos que te rodean y aparecen en la habitación o el lugar
donde te encuentras.
Todos esos son objetos que aparecen en tu conciencia.
Piensa ahora en algo que, hace cinco minutos, se hallara también en
tu conciencia, la mayoría de los pensamientos han cambiado, la
mayoría de las sensaciones corporales han cambiado y probablemente
también haya cambiado el entorno en el que estás. Pero hay algo que
hace cinco minutos se hallaba también acá y que no ha cambiado.


¿Qué es eso que está tan presente ahora como lo estaba hace cinco
minutos?


Yo soy. El sentimiento y la conciencia de que yo soy todavía están
presentes. Yo soy esa presencia omnipresente que está tan presente
ahora como lo estaba hace un instante, hace un minuto y hace cinco
minutos.


¿Qué es lo que estaba presente hace cinco horas?


Yo soy. La sensación de que yo soy es continua, autoconocedora,
autorreconocedora y autovalidante y está tan presente ahora como
lo estaba hace cinco horas. Todos mis pensamientos han cambiado,
todas mis sensaciones corporales han cambiado y también ha
cambiado el entorno en el que estoy, pero ese Yo sigue igual de
omnipresente, resplandeciente, abierto, vacío, claro, espacioso,
transparente y libre. Los objetos han cambiado pero ese Yo sin forma
sigue siendo el mismo. Ese Yo es tan evidente y se halla tan presente
en este instante como hace cinco horas.


¿Qué es lo que estaba presente hace cinco años?


Yo soy. Son muchos los objetos que durante ese tiempo han
aparecido y han acabado despareciendo; son muchos los sentimientos
que, en ese tiempo, ha aparecido y han acabado desapareciendo: son
muchos los pensamientos que en ese tiempo, han  aparecido y han
acabado desapareciendo y son muchos también los dramas, los
espantos, los amores y los odios que han aparecido, han perdurado
durante un tiempo y han acabado desapareciendo. En todo ese tiempo
sólo ha habido una cosa que no ha aparecido y tampoco ha acabado
desapareciendo ¿De qué se trata? ¿Qué es lo unico que está ahora mismo
tan presente en su conciencia como estaba hace cinco años? La
sensación atemporal y omnipresente de ese Yo se halla ahora tan presente
como hace cinco años.


¿Qué es lo que estaba presente hace cinco siglos?


Yo soy es lo único omnipresente. Todo el cuerpo siente el mismo Yo soy,
porque ese Yo no es un cuerpo, ni un pensamiento ni un objeto ni el
entorno. Ese Yo no es nada que pueda ser visto, sino el Vidente
omnipresente, el Testigo, abierto y vacío, de todo lo que emerge. Lo
único que existe en toda persona, en todo mundo, en todo lugar, en
todo tiempo y en todos los mundos hasta el final del tiempo, es este Yo
evidente e inmediato.
 ¿Qué otro podría conocer? ¿Qué otro podría nunca conocer? Lo único
que existe y que siempre ha existido es este Yo replandeciente,
autoconocedor, autoconciente y autotrascendente que se halla tan
presente ahora como hace cinco minutos, cinco horas o cinco siglos.


¿Qué es lo que estaba presente hace cinco milenios?


Antes de que Abraham fuese, Yo soy. Este es mi rostro
original, el rostro que tenía antes de que mis padres
naciesen, el rostro que tenía antes de que naciese el
universo, el rostro que he tenido durante toda la eternidad
hasta que emprendí este juego del escondite y me perdí en
los objetos de mi propia creación.
Nunca más pretenderé desconocer y no sentir que Yo soy.
Y, con eso, acaba el juego. Millones de pensamientos han aparecido
y han acabado despareciendo, millones de sentimientos han aparecido
y han acabado desapareciendo, pero hay una cosa que no ha
aparecido y que tampoco ha desaparecido, lo que nunca ha nacido y
nunca morirá, lo que jamás ha entrado ni abandonará la corriente del
tiempo, una Presencia pura que flota en la eternidad, por encima del
tiempo. Yo soy ese gran Yo evidente, autoconocedor, autovalidante y
autoliberado.


Antes que Abraham fuese, Yo soy.


Yo soy no es más que el Espíritu en primera persona, el Yo último,
sublime y resplandeciente creador de todo el Kosmos, presente en mí,
en tí, en él, en ella y en ellos -el mismo Yo que sienten todas y cada una
de las criaturas. Porque el número de Yoes de todo el universo conocido
no es mas que uno.


Descansa siempre como el Yo, como el Yo que sientes ahora mismo,
como el Yo no nacido que resplandece en y como tú. Asume tu identidad
personal, como este o cualquier objeto, como este o ese yo, como esta o
esa cosa.
Descansa siempre en el Fundamento de Todo, en este Yo grande y
evidente, y vive sumido en el Universo que creé.
Descansa como el Testigo que eres.
Todo eres Tú.
Tú estás vacío.
La vacuidad se manifiesta libremente.
Manifestarse libremente es la liberación.
-Ken Wilber.

-Fotografía de Angela Menendez.

1 comentario: