William Turner

2 de junio de 2010

OBSERVACION DIRECTA.

¿Qué hacemos cuando observamos?
Nuestra respuesta habitual es desear
que las cosas sean diferentes de lo
que son.
 Deseamos que las cosas sean
mejores, que mejoren
progresivamente
o que sean tan buenas como fueron
en momentos luminosos del pasado.
Pero la conciencia momento a momento sólo ilumina lo que es, no
implica reacciones, comparaciones, prescripciones ni recetas para
mejorar. El conocimiento de cómo vivimos, cuando estamos solos o
con otros, surge de la observación directa, no de pensar cómo deberían
ser las cosas. Y cuando por instantes prevalece la conciencia sin dar
lugar al juicio en favor o en contra, se ve con claridad que el solo
hecho de estar en contacto con las condiciones interiores y exteriores
tal cual son tiene su propia sabiduría.

Todos podemos alcanzar este conocimiento.
Todos sin excepción hemos sido condicionados para reaccionar
inmediatamente a lo que está sucediendo en y alrededor de nosotros
pensando en ello; hablando con nosotros mismos o con otros de
manera crítica y, a menudo, repitiendo una y otra vez los mismos
pensamientos. Los pensamientos evocan emociones y provocan
tensiones, excitación y agotamiento, y pueden llegar a enfermar.
La conciencia revela que esto simplemente es así.

¿Es posible hacer una pausa, mirar, escuchar y experimentar lo
que está ocurriendo sin reaccionar inmediatmente con pensamientos
acerca de ello? ¿Puede haber una mera percepción, experimentar
con apertura e inocencia esta corriente, sin quedar atrapado por
ideas de lo que es bueno, lo que podría ser mejor o quizás peor?

La conciencia no es progresiva, ilumina lo que es sin sensación del
tiempo, sin separación del yo. La conciencia nos libera de querer
mejorarnos o condenarnos. Ilumina los patrones habituales de
pensamiento y sentimiento y, simultáneamente, nos abre a todo lo
demás que está sucediendo en este instante: la respiración, el canto de
un pájaro, el sonido de un motor, el silbido del viento, los pensamientos
que se mueven, el cuerpo que se tensa y se relaja...

¿Qué somos si no pensamos acerca de nosotros mismos todo el tiempo?
¿Qué somos cuando simplemente miramos, escuchamos y
experimentamos sin preferencias lo que hay en este espacio infinito de
existencia?

-Toni Packer

-Pintura de Gesner Armand

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