William Turner

28 de junio de 2009


Sobre ese árbol hay un ave;
danza en el gozo de la vida.
Nadie sabe dónde está.
¿Y quién podrá decir el
estribillo de su canción?

Entre lo más espeso y sombrío
del ramaje, allí tiene su nido.
Viene de noche y echa a volar
por la mañana.
Yo no la comprendo.

Nadie puede decirme qué ave es esa,
la que canta en mi alma.
Sus plumas no tienen color,
ni dejan de tenerlo.
No tiene forma ni perfil.

Se guarece a la sombra del amor.
Duerme en el seno de lo inaccesible,
de lo infinito y lo eterno, y
nadie sabe cuando echa a volar;
y nadie sabe cuándo ha de volver.

Kabir dice:
"Profundo es el misterio. Deja que los sabios descubran
la morada del ave"
*
(Cien poemas de Kabir)
*
Pintura: Solitaria, A. Zapizek.
oOo
nadie sabe cuando echa a volar y nadie sabe cuando ha de
volver..."el Espíritu sopla donde quiere"...
oOo

3 comentarios:

  1. Se muestra cuando la olvidamos se esconde cuando la buscamos, está siempre y no está, la llave segura para verla es el amor.
    Precioso poema, no lo conocía, volveré para copiarlo.
    Feliz domingo.
    Besos:)

    ResponderEliminar
  2. Si vieras algo definido entonces el ave sería sólo un ave... así en las sombras puedes oir su canto, intuir su presencia y no reducir su misterio... no dejes que ni los sabios puedan desvelar entero su sentido, porque entonces sólo verías un ave :D

    Creo igual que Angeles que el amor es nuestro único sentido para disfrutar del ave ;)

    Gracias por los comentarios en mi blog, me encanta tenerte por allí y me encanta venir aquí a leer en tu bonito y profundo blog.

    Besos!!!

    :)

    ResponderEliminar
  3. Gracias por este poema, me reconforta, un abrazo.

    ResponderEliminar