William Turner

26 de junio de 2012

Mirar y ver.

Pintura de Antonio Ramos Rodriguez.

   En tanto funcione el proceso memoria-pensamiento seguirán surgiendo preguntas y respuestas condicionadas; la genética, la cultura, los tiempos históricos y psicológicos continúan proporcionando el material de ese proceso, y si aparece el deseo de que el condicionamiento desaparezca definitivamente sólo se tratará de un nuevo condicionamiento. La sensación de liberación que sigue al abandono de algún apego se empaña con la insatisfacción y el sufrimiento de comprobar que el apego y el desapego se mueven entre conceptos y se rigen por las reglas que la mente le dicta.
   No se trata de querer eliminar un proceso que es natural en la manifestación de la existencia, sino más bien de verlo desde otra perspectiva, desde otro lugar, y quizás el más adecuado es el que proporciona la apertura plena al instante y lo que hay. La mirada ordinaria se clarifica en ese ver desinteresado; sin propósitos ni expectativas el instante y lo que hay traslucen como 'uno y lo mismo'. La inmutabilidad del instante se mantiene más allá de sus manifestaciones impermanentes y la relación entre ambos ya no preocupa, nada se pierde y nada se gana. El proceso memoria-pensamiento es una herramienta para utilizar ubicándola donde hace falta, la comprensión de su funcionamiento impide la tiranía de la mente y ayuda a aceptar toda manifestación o estado superando los sentimientos que causen.
  Vivir plenamente el instante y lo que hay.

3 comentarios:

  1. Sí, es verdad. Todo forma parte de la manifestación, incluso la propia ilusoriedad. Gracias amiga por esta reflexión.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar