"También debes estar preparado"


Un amigo mío que había estado
meditando durante un tiempo, fue
a ver a un maestro de zen y le
preguntó si podía estudiar con él,
a lo que el maestro respondió:
-"¿Estás preparado para morir?"
Mi amigo negó con la cabeza y
dijo:
-"No vine aquí a morir sino a
aprender zen".
-"Si no estás dispuesto a morir, no está preparado para lanzarte a la
vida. Regresa cuando estés listo para lanzarte de lleno, sin excluir
nada".
Si no aceptamos con actitud dispuesta cualquier cosa que pueda suceder,
si nos cerramos frente a alguna posibilidad o acontecimiento, nuestras
percepciones se estrechan hasta convertirse en una visión en forma de
túnel donde no entra lo inaceptable .Por inaceptable entendemos todo
lo que no refuerce la fantasía de nuestro yo imaginado, la fantasía de
cierta permanencia firme. Es mucho lo que excluimos, puesto que
encaramos la mayoría de los hechos con una suerte de ceguera.
Continuamente surge alguna oportunidad de practicar la forma de dejar
esta solidez, de sintonizar con el proceso en marcha, de sentir el vasto
espacio dentro del cual todo se desarrolla.
En momentos de enfermedad o dolor, tenemos la opción de abrirnos a él,
de no aferrarnos ni tratar de alejarlo de nosotros,de no ponerle escollos
ni intensificarlo. Cuando me abro al dolor como maestro, ya no se
refuerza más mi identificación con "el que sufre","la víctima de las
circunstancias". Es lo que debe ser.
Y cuando trato de asumirlo, comprendo que es una perfecta preparación
para lo que venga, sea esto lo que fuere. Enfermarse o golpearse
accidentalmente un dedo con el martillo, se transforma en preparación
para lo imposible, para morir, para vivir el siguiente momento desconocido
de vida.


Como dijo Acaan Chaa sosteniendo el pulgar y el índice
separados unos dos centímetros:
"Lo unico que hay que comprender es este tanto,
sólo este momento"


Si el momento siguiente resulta ser el lecho de muerte, hay
que abrirse también a él. No hay otra preparación para la
muerte, salvo abrirse al presente. Si estoy aquí hoy, voy a
estar allá cuando tenga que ser.


Stephen Levine.